miércoles, 31 de octubre de 2012

SAMHAIN


Samhain era la festividad con la que los celtas conmemoraban el fin del verano y el comienzo de lo que llamaban “la estación oscura”. Eran tres días, en los que según su creencia, la línea que une a este mundo con el de los muertos se estrechaba y entonces se permitía a los espíritus, tanto buenos como malos, visitar esta realidad.
Con la llegada de la era cristiana, la Iglesia empezó la celebración del Día de Todos los Santos y el Día de los Muertos. En territorio británico empezó a celebrarse lo que en inglés se llama All Hallow’s Even, que significa víspera de todos los Santos, y de ahí se deriva la expresión Halloween.
¿Le suena conocido?
Durante el Samhain de los celtas los ancestros familiares eran invitados y homenajeados mientras que los espíritus dañinos eran alejados. Se supone que el uso de trajes se debe a la necesidad de ahuyentar a los espíritus malignos. La idea era adoptar la apariencia de un espíritu maligno para evitar males. 
Fue a mediados del siglo XIX cuando la festividad llegó a EE.UU. Ahí surgió la tradición de tallar las grandes calabazas y una leyenda acerca de un personaje llamado Jack-o’lantern, inspirada en la leyenda de Jack el Tacaño. En sus inicios, en tierras americanas, la festividad era celebrada por los descendientes de los irlandeses, pero en 1921 se volvió masiva, cuando se celebró el primer desfile de Halloween en Minnesota. 
La festividad fue haciéndose popular a través del cine y la televisión. La noche de Halloween de John Carpenter, que se estrenó en 1978, contribuyó a su internacionalización. A esta le siguieron varias versiones, además de series de televisión, y así la tradición llegó a Latinoamérica. Ya para entonces la connotación deNoche de Brujas había tomado auge en Estados Unidos, según algunos expertos por cuestiones puramente comerciales. La fiesta ha contado desde hace más de dos siglos con múltiples manifestaciones artísticas.




La obra Snap Apple Night está inspirada en un juego que se hacía en Irlanda el 31 de octubre, en el s. XIX.

Fuente: Ana Lucía Mendizabal


lunes, 29 de octubre de 2012

El Libro del Bien y del Mal.


Perot de Granyana, era una simple labrador castellonense que sin duda alguna habría pasado desapercibido por el camino de la Historia de no ser por el milagroso descubrimiento acontecido mientras araba un pequeño campo de su propiedad.
Y es que Perot, al mando de su yunta de bueyes, se vio obligado a detener sus labores cuando sin razón alguna, sus bestias de trabajo decidieron pararse y no seguir con su duro trabajo. Y no se detuvieron en cualquier sitio no, lo hicieron justo frente una gran losa que se encontraba al pie de un “lledoner”, es decir, un almez. Ni corto ni perezoso, hacia allí se dirigió el bueno de Perot, cuando  tras intentar en vano arrancar el árbol, una de sus raíces saltó de la tierra dejando al descubierto una pequeña talla de poco más de 6 centímetros de altura. Perot de Granyana acababa de descubrir la imagen de Nuestra Señora de Santa María del Lledó, patrona de Castellón.


La Santa Troballa. Oleo donde se representa el hallazgo de Perot de Granyana.
Durante siglos se creyó que este relato del descubrimiento de la imagen de la Virgen de Lledó formó parte del conocido como “Libre del Be i del Mal”, es decir, del Libro del Bien y del Mal.
El Libro del Bien y del Mal era un curioso libro donde teóricamente se anotarían los nombres de todas aquellas personas que hicieran “plaers i desplaers”, es decir, servicios y deservicios a la Ciudad del Valencia.
El objetivo de esta obra no era  otro que el  evitar que cayeran en el olvido todos estos buenos y malos actos acaecidos en Valencia,  según un acuerdo adoptado por el Consejo de la ciudad el 13 de mayo de 1339.
A pesar de la decisión de empezar a escribir este curioso libro, por unas cosas u otras, la idea cayó en el olvido, retomando de nuevo la idea en el año 1390. En esta nueva reunión se acordó que en una parte del libro se anotaría el nombre de las personas e instituciones que prestaran buenos servicios a la ciudad, y en otro, los nombres de todos aquellos que actuaran de forma contraria.
Lo cierto es que, a fecha de hoy, nadie tiene claro que ocurrió con el Libro del Bien y del Mal. De hecho, el historiador y cronista de la ciudad de Valencia,  Salvador Carreres Zacarés (1882-1973), siempre opinó que este libro nunca llegó a realizarse, y que el llamado “Llibre de Memories”, con el cual algunos lo quieren relacionar, poco a nada tiene que ver.
Sin embargo,  otro gran historiador Valenciano, Francisco Almarche Vázquez, siempre defendió la existencia del Libro del Bien y del Mal, si bien apuntaba a  que debido a su contenido, alguien lo hizo desaparecer a mediados del siglo XVI.
José Martínez Ortiz, todavía va un poco más lejos. Además de asegurar la existencia del misterioso libro, afirma que fue sacado de los archivos de la ciudad en el año 1707, siendo su nuevo propietario el conde de Cocentaina, pasando en el año 1780 al archivo del conde de Santisteban del Puerto y de Cocentaina, en Madrid.
Como podemos ver, hay opiniones para todos los gustos. Por cierto, el fragmento que cuenta la historia del bueno de Perot de Granyana es más falso que un euro de madera. Tras un riguroso análisis filológico, el doctor Ángel Sánchez Gozalbo, demostró en el año 1966 que este texto nunca formó parte del Libro del Bien y del Mal. Sánchez Gozalbo lo fechó en el siglo XVII. Toda una pretensión el hacer pasar un documento apócrifo por uno medieval auténtico.

                                                                     Fuente : Acariciando la Historia.

viernes, 26 de octubre de 2012

Benjamin Franklin y el cambio horario




Uno de los primeros en hablar de estos cambios es, nada más y nada menos, que Benjamin Franklin. Si bien, todo sea dicho, el no abogó por adaptar las horas a la luz, sino más bien por adaptar las costumbres a la luz. En cualquier caso el fin era el mismo: el ahorro de energía.

Nacido en Boston, Estados Unidos, en 1706, este polifacético personaje se encontraba en París, Francia, cuando en 1784 publicó una carta, aunque de manera anónima, en la que explicaba que los parisinos, gracias a aprovechar de manera más eficiente la luz del sol ajustando sus horarios a dicha luz, conseguían ahorrar dinero, aunque sólo fuera en velas. Lo que venía a proponer Franklin era salir de la cama un poco antes para poder comenzar a trabajar con el sol y, por supuesto, irse a dormir también más temprano, para gastar menos en iluminación artificial. Aquel artículo se publicó por primera vez en el diario Journal de Paris y más tarde se distribuyó una versión en inglés.

Esta idea está en consonancia con una frase de nuestro protagonista:

Early to bed, early to rise, makes a man healthy, wealthy and wise, es decir, acostarse pronto y levantarse pronto hace al hombre saludable, adinerado y sabio. En su propuesta, Franklin había calculado que si todas las familias de París que se acostaban tarde y se levantaban con el sol ya en lo alto cambiaran sus hábitos, se podrían ahorrar casi treinta millones de kilos de cera para velas. Casi como una broma, abogaba por repicar las campanas al amanecer para despertar al pueblo




                                                                                                                                                                                 Fuente: Curiohistoria



martes, 23 de octubre de 2012

Apaleado por su propia pierna.


La verdad que si nos paramos a pensar en muertes horribles a la par que extrañas; creo que esta sería una de las que se llevaría la palma.

Arthur Aston (1590-1649) era un soldado profesional al servicio del rey Carlos I de Inglaterra.

Como militar consiguió grandes logros e incluso fue nombrado gobernador de Oxford en 1643, aunque un terrible accidente (perdió una pierna al caerse de un caballo) lo alejo del cargo.

A pesar de este defecto físico pronto regresó al combate con el apoyo de una pierna de madera. Aston se puso a las órdenes del Conde de Ormonde y juntos resistieron un fuerte envite en el puerto de Drogheda     (Irlanda), donde tuvo lugar uno de los episodios más sangrientos de la guerra de los Tres Reinos.

El ejército en el que militaba perdió todas sus posiciones y aunque se rindieron ante las tropas de Oliver Cromwell los soldados victoriosos no tuvieron piedad y masacraron a todos los defensores de Drogheda. 

Solamente quedaron unos cuantos hombres atrincherados en Millmount Fort y aunque negociaron su rendición, en la que pactaron el alto el fuego, fueron desarmados  asesinados  impunemente por sus captores.

Arthur Aston fue apresado por sus enemigos, que le arrancaron la pierna de madera pensando que dentro escondía oro y monedas en su interior. 

Al comprobar que no guardaba nada lo apalearon con ella hasta que acabaron con su vida.

viernes, 19 de octubre de 2012

Leyendas Urbanas de la Historia II

Y seguimos revelando algunas de las medias verdades de la historia.

Si os preguntamos... el  número de carabelas con las que partió Colón del puerto de Palos de la Frontera... ¿Qué contestaríais?... seguramente que tres; pues sentimos deciros que ese dato es erróneo.

Colon partió del puerto de Palos de la Frontera (Huelva) con rumbo al nuevo mundo el 3 de agosto de 1492 con dos carabelas (la Pinta y la Niña) y... con una nao (la Santa María).

La principal diferencia entre una carabela y una nao es el tamaño; esta última es más grande.

Esta nao utilizada por Colón para el descubrimiento de América encalló en lo que hoy sería la República Dominica, el 25 de diciembre de 1492. El barco quedó tan deteriorado que simplemente sirvió para que sus maderas se usaran en la construcción de un fortín bautizado como Fuerte Navidad.




Y si os preguntáramos... ¿Quién era el Manco de Lepanto? seguramente podréis pensar que es una pregunta sencilla y ciertamente lo es... pero si ahora os preguntamos... si realmente era manco? la cosa se complica un poco mas.

Respondiendo a la primera pregunta. Habréis adivinado que el Manco de Lepanto era Miguel de Cervantes, uno de nuestros mejores y más famosos escritores, autor del irrepetible Don Quijote.

Y la respuesta a la segunda pregunta comienza aquí... Cervantes participó  como soldado en la famosa batalla de Lepanto  a las órdenes de don Juan de Austria contra los ejércitos turcos. En dicha batalla recibió dos arcabuzazos en el pecho y en una mano que quedó inutilizada o < mancada>; de ahí el apodo de el Manco aunque la mano en realidad nunca la perdió.




martes, 16 de octubre de 2012

Leyendas Urbanas de la Historia


En esta entrada que dejaremos abierta para ir ampliándola, revelaremos aquellas "mentirijillas" que han ido apareciendo por la historia.

 ¡!Empezamos!!


Juana de Arco no fue Francesa:

Esta heroína y militar conocida también como la doncella de Orleans (1412-1431) no fue francesa a pesar de lo que siempre se ha afirmado.
Juana nació en Domrémy, una pequeña aldea perteneciente al ducado de Bar. Este ducado era independiente hasta que pasó a ser parte de Lorena y finalmente anexionado a Francia en 1776.
Otra de las leyendas que se cuentan sobre Juana de Arco es que fue una niña pobre. Aunque su padre, Jacques Dar, trabajaba en el campo, era coarrendador de una casa solariega fortificada y uno de los principales vecinos de Domrémy.

Eva no tentó a Adán con una manzana:

Seguramente si se piensa en Adán y Eva pecando en el paraíso de forma automática vendrá a su memoria la imagen que realizó en 1507 el artista Alberto Durero. Son dos pinturas realizadas por este gran pintor renacentista que muestran a al pareja sosteniendo en las manos una manzana (aunque en realidad en el Génesis no se menciona  en ningún momento que el fruto prohibido sea precisamente el elegido por el pintor alemán). Génesis 16, 17: < Y mandó Dios al hombre diciendo de todo árbol del huerto podrás comer, más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comieres ciertamente morirás>.
Es posible que la idea que el fruto prohibido sea una manzana por tanto sea "" culpa de los pintores renacentistas que así lo expresaron en sus cuadros.




jueves, 11 de octubre de 2012

La Caballería gana una batalla Naval


Este hecho insólito se desarrolló en enero de 1795, cuando holandeses, británicos y austriacos se alinearon con la intención de derrotar a su enemigo francés.

El encargado de tal heroicidad fue el General francés Jean Charles Pichegru ( 1761-1804), al que se le encomendó la misión de conquistar Holanda para su país.

Enfrascado en aquella contienda, recibió informes de que parte de la flota holandesa estaba encallada entre las aguas congeladas de Den Helder. 

Pichegru envió hasta allí al general de la brigada Jean Guillaume de Winter al mando de varias tropas de caballería y de infantería.

Cuando el general De Winter llegó a la zona, comprobó que, efectivamente, habían sido atrapados por el hielo quince navíos holandeses. Mandó varios emisarios a comprobar que el hielo no cedería ante el paso de su tropa y ordenó silenciar los cascos de los caballos. Al regresar sus hombres con las noticias que el hielo resistiría decidió lanzar el ataque contra los navíos inmovilizados.

Nada pudieron hacer los barcos holandeses para defenderse. Sus naves habían encallado inclinadas en el hielo, por lo que fueron incapaces de utilizar su artillería contra la caballería enemiga.

Las consecuencias no pudieron ser mejores para las tropas francesas, que se apoderaron (sin producirse ni una sola baja humana) de catorce navíos armados con ochocientos cincuenta cañones y de varios navíos mercantes. Se adjudicaron a la vez la hazaña de que fuera la única ocasión en que la caballería ganaba a toda una potente flota naval.

viernes, 5 de octubre de 2012

La Batalla más corta de la Historia

Todos los generales están deseosos de regresar a casa con el menor número de bajas y a la mayor brevedad posible. La mayoría prepara sus estrategias pensando en una rápida victoria, aunque estoy convencido de que el general Lloyd Mathews, un antiguo teniente de la Marina Real inglesa jamás imaginó que iba a derrotar a su enemigo en tan poco tiempo: ¡treinta y ocho minutos!

La minibatalla se desarrolló el 27 de agosto de 1896 en las costas de la isla Zanzíbar, entre las tropas de Khalid bin Bargash (que se acaba de erigir como sultán de Zanzíbar tras la muerte de su primo al dar un golpe de Estado que desbancó al genuino heredero reconocido por la corona británica) y en el bando contrario, nada más y nada menos, que el Imperio británico, representado para la ocasión por cinco naves de guerra (tres cruceros modernos y dos cargueros) apoyados por algunas compañías de Marines Reales preparadas para el desembarco.

Tras finalizar el ultimátum dado por el Gobierno británico las naves de la Marina Real comenzaron a disparar contra el palacio del recién ascendido sultán. La residencia del mandatario comenzó a derrumbarse y en pocos minutos ya se podían contar numerosas bajas.

El sultán, testigo de aquel desastre, huyó precipitadamente a pedir asilo al cercano consulado alemán.

A los treinta y ocho minutos los ingleses finalizaron el bombardeo y la batalla terminó, El balance del enfrentamiento fue cien bajas inglesas frente a unas quinientas del bando contrario (una gran pérdida si pensamos que el ejercito del golpista tan sólo estaba formado por dos mil ochocientos hombres).

¿Y el sultán? Aunque consiguió escapar por mar y refugiarse en Dar es Salaam fue finalmente apresado por los británicos y exiliado a Mombasa (un paraíso cercano a Zanzíbar). 

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jueves, 4 de octubre de 2012

Asesinado por Discutir


Seguro que si Arquímedes hubiera conocido el desenlace de su última discusión la habría evitado. Este matemático griego nacido en el puerto de Siracusa (Sicilia, Italia) es considerado como uno de los científicos más importantes de la Antigüedad clásica.

Precisamente muchos de esos conocimientos los aplicó en la fortificación de la ciudad de Siracusa para protegerla de la conquista romana durante la Segunda Guerra Púnica.

Los ejércitos romanos dirigidos por el general Marco Claudio Marcelo realizaron una gran ofensiva para tomar el importante puerto italiano.

Una numerosa flota se acercó hacia la ciudad fortificada, pero los barcos fueron repelidos por enormes piedras lanzadas por los defensores gracias a unas potentes catapultas inventadas por Arquímedes.

También los barcos se sintieron amenazados por la llamada “garra de Arquímedes”, un curioso artilugio mecánico parecido a una grúa con un enorme gancho al final. Al dejar caer el pesado brazo sobre un barco enemigo lo desplazaba y movía hasta que conseguía hundirlo.

Los romanos tardaron tres años en tomar el histórico puerto. Curiosamente la confianza que da sentirse inexpugnables fue lo que propició su derrota, acaecida durante la celebración de una fiesta dentro de la ciudad.

Después de varias horas de baile y bebida los soldados de una de las torretas de vigilancia se descuidaron y fue por ese sector por el que los romanos, que seguían atentamente todos los movimientos de su enemigo, pudieron acceder a la ciudad y hacerse con el control.

El día que cayó Siracusa; Arquímedes estaba dibujando algunas figuras geométricas sobre la arena de la playa. Al parecer un soldado romano se plantó delante de él para llevarlo preso. El matemático, en lugar de asustarse, se puso a gritar enfurecido recriminando a su enemigo por haberle pisado las figuras dibujadas en la arena. 

El soldado indignado le ordenó que cerrara la boca y que lo acompañara hasta sus superiores. Arquímedes lo menospreció y se negó a abandonar aquel recinto hasta no haber dado con la solución al problema que había planteado.

Herido en su orgullo, el soldado desenvainó la espada y lo atravesó varias veces con ella a pesar que el general romano Marcelo había ordenado que se atrapara con vida al respetado científico.

Fue el propio general el que ordenó honrar a su enemigo construyendo una tumba en la que se reflejó una esfera dentro de un cilindro, que simboliza el teorema favorito del matemático griego.


 Información extraída del libro " La historia más curiosa" de Alberto Granados.

Hola, me llamo José y seré vuestro nuevo guía.


Antes que nada me presentaré; me llamo José y desde hoy seré el encargado de alimentar esta página de contenidos amenos e interesantes.

La temática será diversa; por un lado os contaré cosas curiosas de la historia que no se suelen contar en los libros y por otro lado, os informaré de aquellas novedades interesantes que os podamos ofrecer.

Espero que esto se convierta en una ventana a la historia, en la que procuraré que cada día que os asoméis, encontréis motivos para volver a visitarme.

Comenzamos la aventura.

Un saludo 

José