lunes, 4 de marzo de 2013

Los malos de la Historia: Josef Mengele


Buenos días, hoy 4 de marzo publicamos el que será la última entrada de esta sección; hoy hablaremos de Josef Mengele "El Ángel de la Muerte". 


Este médico pasará a la historia por ser uno de los más crueles seres humanos, un asesino despiadado y enfermo. Un médico psicópata obsesionado con la investigación hasta extremos deleznables. 

Nació a orillas del Danubio en 1911, fue el primogénito de una familia adinerada que vivía de la fabricación de máquinas agrícolas. Estudió Medicina y Antropología en las Universidades de Múnich, Viena y Bonn, y desde muy joven comenzó a obsesionarse en Antropología con una tesis doctoral sobre " Las diferencias raciales en la estructura de la mandíbula inferior".

Su paranoia iba en aumento, al igual que su odio hacia la raza judía. Su creencia en la superioridad de los arios le hizo afiliarse a las juventudes hitlerianas, más tarde al Partido Nazi y con posterioridad a realizar el ingreso como voluntario en la SS, que lo destinó al regimiento de infantería ligera de tropas de montaña, donde a los pocos meses lo alcanzó una bala enemiga en el frente.

Una herida en la pierna acabó apartando de la primera línea, pero la suerte se alió con él y no con el resto de la humanidad; obtuvo su ascenso a capitán y el destino que marcaría su vida y la de sus más de cuatrocientas mil víctimas en Auschwitz.

En 1943  Mengele fue enviado al campo de concentración de Auschwitz para sustituir a un médico de baja por enfermedad, y destinado al llamado Campo Gitano, una división del terrible campo de concentración alemán; fue en estas instalaciones donde se ganó su apodo de Ángel de la Muerte. Los testigos aseguran que fueron cientos de vagones cargados de prisioneros los que llegaron hasta ese campo de concentración.

Mengele en persona se encargaba, en numerosas ocasiones, de acercarse hasta el andén y junto a otros  médicos escogía y seleccionaba a los que él consideraba más aptos para sus futuras investigaciones. También tenía la potestad para apartar a los que directamente serían enviados a las cámaras de gas.

Lo más terrible de toda esta operación, es que mientras elegía a sus víctimas iba silbando algunos compases de música de Puccini, esto da una idea de la catadura moral de este individuo.

Tenía obsesión especial por los gemelos, que utilizaba para sus macabros experimentos (pensaba que si las mujeres arias eran capaces de engendrar gemelos, la raza blanca se reproduciría a más velocidad que las otras lo que era un plan perfecto para los propósitos nazis de dominación y ocupación de toda Europa). Fueron más de doscientas parejas de gemelos a los que apartaba y ubicaba en un recinto especial del campo y les concedía algún "privilegio" especial más que al resto.

Intentar dar una explicación científica o médica a sus experimentos es imposible, nada de lo que el Ángel de la Muerte investigó tuvo valor científico, más bien sus "trabajos" eran el producto de una mente enferma y retorcida. Por ejemplo, intentó cambiar el color de los ojos de varios niños inyectando en sus retinas todo tipo de sustancias químicas o pretendió crear siameses de manera artificial uniendo mediante operaciones las venas de varios gemelos.

Sus atrocidades, llegaban a límites insospechados, inyectaba en las venas de los prisioneros todo tipo de sustancias (venenos, insecticidas, cloroformo...) para observar la capacidad de resistencia del cuerpo humano ante los productos que invadían el organismo y que provocaba todo tipo de infecciones y heridas.

Realizaba disecciones a las víctimas sin anestesia, para analizar el sufrimiento y ver el grado de resistencia del  ser humano.

Al recibir la orden directa de Adolf Hitler de cerrar los campos de concentración, huyo con una identidad falsa, haciéndose pasar por un soldado de la infantería regular alemana, pero fue apresado cerca de Núremberg, pero los aliados lo dejaron marchar al desconocer su verdadera identidad. 

Se convirtió en uno de los criminales de guerra más buscados, aunque nunca pudo ser juzgado por sus asesinatos, escapo bajo una identidad falsa a Sudamérica, donde fue protegido por simpatizantes de la causa nazi y sobrevivió más de treinta y cinco años a sus captores. Falleció "supuestamente" de muerte accidental.

Al parecer la familia que lo auspiciaba lo llevo una mañana a la playa y allí murió ahogado de forma accidental en 1979, se lo enterró con nombre falso (Wolfang Gerdhard) en el cementerio de Embu, en Brasil y con la única presencia de su hijo Rolf.