jueves, 28 de marzo de 2013

El cruasán Vienés

Los turcos querían quedarse con la ciudad de Viena y organizaron el famoso sitio de Viena. Llegaron a las puertas de la capital del imperio cien mil otomanos, con la intención de no moverse de allí hasta que los vieneses se rindieran.


Dos meses duró el cerco, pero como Viena se resistía, los turcos empezaron a desesperar y comenzaron a hacer túneles para acceder a la ciudad por debajo de las murallas.

Los túneles los hacían de noche, para que los vieneses no se percataran de la estrategia, pero no pensaron en un gremio que madrugaba mucho para poder dar de desayunar a la población, el de los panaderos. Fueron ellos quienes alertados por el ruido de los picos y de las palas alertaron al ejército y este se puso en marcha, por lo que los turcos tuvieron que retroceder, para seguir asediando desde fuera.

Leopoldo I, el emperador de Austria, premió a este gremio con varios privilegios, entre ellos el de poder llevar espada al cinto. Los tahoneros, agradecidos, quisieron hacer un bollo especial en honor al emperador, y crearon un panecillo con forma de media luna para mofarse de los turcos (el famoso cruasán).


Hay que aclarar que los panaderos no salvaron a Viena del ataque, sólo dilataron el asedio hasta que llegara la ayuda exterior. 

Viena se salvó de los otomanos cuando llegaron el duque de Lorena y los polacos

jueves, 21 de marzo de 2013

Mujeres Famosas del Antiguo Egipto




Es bien sabido que la cultura del Antiguo Egipto fue muy adelantada a su tiempo en ciencia, en tecnología, pero también en derechos, al menos para la mujer.
Las mujeres en Egipto tenían prácticamente los mismos derechos que los hombres: eran iguales ante las leyes e incluso podían heredar de sus familiares, comprar y vender propiedades, regentar negocios e incluso ¡Gobernar!. Como hicieron Hatshepsut o Cleopatra.

En esa época muchas mujeres destacaron por sus habilidades. Éstas son algunas que triunfaron en la época del segundo de los Ptolomeos (283-246 a.C).

Myrtion

Era la actriz más aplaudida de la época. Llenaba todos los teatros y los salones de la Corte y fue conocida por las grandes fiestas que organizaba en su lujoso palacete de Alejandría y a las que acudían las familias más influyentes de Egipto.

Mnesis y Pothine

Eran dos virtuosas de la flauta. Ambas eran músicos y deleitaban con este instrumento, muy apreciado por la alta sociedad, en todas las fiestas y los teatros de la época.

Clino y Stratonice

La primera fue una de las más conocidas escultoras de la época y la segunda deleitaba a la alta sociedad con sus poesías.

Bilstiche

Fue una de las mejores atletas de la época y destacó, principalmente, porque era una gran conductora de cuadrigas. Bilstiche llegó  a ganar los Juegos Olímpicos del año 260 a.C., hecho que molestó mucho a los seguidores griegos que no entendían cómo una mujer se había podido alzar con la victoria. 

En la ceremonia de entrega de premios fue insultada y abucheada por la multitud masculina. La campeona tuvo que soportar todo tipo de vejaciones aunque la gloria estaría muy cerca. Bilstiche fue recibida cuando regresó a su ciudad natal como una auténtica heroína y se lo tributaron los mismos honores que se le habrían dispensado a un hombre. Se llegó incluso a construir una estatua en su honor.

lunes, 4 de marzo de 2013

Los malos de la Historia: Josef Mengele


Buenos días, hoy 4 de marzo publicamos el que será la última entrada de esta sección; hoy hablaremos de Josef Mengele "El Ángel de la Muerte". 


Este médico pasará a la historia por ser uno de los más crueles seres humanos, un asesino despiadado y enfermo. Un médico psicópata obsesionado con la investigación hasta extremos deleznables. 

Nació a orillas del Danubio en 1911, fue el primogénito de una familia adinerada que vivía de la fabricación de máquinas agrícolas. Estudió Medicina y Antropología en las Universidades de Múnich, Viena y Bonn, y desde muy joven comenzó a obsesionarse en Antropología con una tesis doctoral sobre " Las diferencias raciales en la estructura de la mandíbula inferior".

Su paranoia iba en aumento, al igual que su odio hacia la raza judía. Su creencia en la superioridad de los arios le hizo afiliarse a las juventudes hitlerianas, más tarde al Partido Nazi y con posterioridad a realizar el ingreso como voluntario en la SS, que lo destinó al regimiento de infantería ligera de tropas de montaña, donde a los pocos meses lo alcanzó una bala enemiga en el frente.

Una herida en la pierna acabó apartando de la primera línea, pero la suerte se alió con él y no con el resto de la humanidad; obtuvo su ascenso a capitán y el destino que marcaría su vida y la de sus más de cuatrocientas mil víctimas en Auschwitz.

En 1943  Mengele fue enviado al campo de concentración de Auschwitz para sustituir a un médico de baja por enfermedad, y destinado al llamado Campo Gitano, una división del terrible campo de concentración alemán; fue en estas instalaciones donde se ganó su apodo de Ángel de la Muerte. Los testigos aseguran que fueron cientos de vagones cargados de prisioneros los que llegaron hasta ese campo de concentración.

Mengele en persona se encargaba, en numerosas ocasiones, de acercarse hasta el andén y junto a otros  médicos escogía y seleccionaba a los que él consideraba más aptos para sus futuras investigaciones. También tenía la potestad para apartar a los que directamente serían enviados a las cámaras de gas.

Lo más terrible de toda esta operación, es que mientras elegía a sus víctimas iba silbando algunos compases de música de Puccini, esto da una idea de la catadura moral de este individuo.

Tenía obsesión especial por los gemelos, que utilizaba para sus macabros experimentos (pensaba que si las mujeres arias eran capaces de engendrar gemelos, la raza blanca se reproduciría a más velocidad que las otras lo que era un plan perfecto para los propósitos nazis de dominación y ocupación de toda Europa). Fueron más de doscientas parejas de gemelos a los que apartaba y ubicaba en un recinto especial del campo y les concedía algún "privilegio" especial más que al resto.

Intentar dar una explicación científica o médica a sus experimentos es imposible, nada de lo que el Ángel de la Muerte investigó tuvo valor científico, más bien sus "trabajos" eran el producto de una mente enferma y retorcida. Por ejemplo, intentó cambiar el color de los ojos de varios niños inyectando en sus retinas todo tipo de sustancias químicas o pretendió crear siameses de manera artificial uniendo mediante operaciones las venas de varios gemelos.

Sus atrocidades, llegaban a límites insospechados, inyectaba en las venas de los prisioneros todo tipo de sustancias (venenos, insecticidas, cloroformo...) para observar la capacidad de resistencia del cuerpo humano ante los productos que invadían el organismo y que provocaba todo tipo de infecciones y heridas.

Realizaba disecciones a las víctimas sin anestesia, para analizar el sufrimiento y ver el grado de resistencia del  ser humano.

Al recibir la orden directa de Adolf Hitler de cerrar los campos de concentración, huyo con una identidad falsa, haciéndose pasar por un soldado de la infantería regular alemana, pero fue apresado cerca de Núremberg, pero los aliados lo dejaron marchar al desconocer su verdadera identidad. 

Se convirtió en uno de los criminales de guerra más buscados, aunque nunca pudo ser juzgado por sus asesinatos, escapo bajo una identidad falsa a Sudamérica, donde fue protegido por simpatizantes de la causa nazi y sobrevivió más de treinta y cinco años a sus captores. Falleció "supuestamente" de muerte accidental.

Al parecer la familia que lo auspiciaba lo llevo una mañana a la playa y allí murió ahogado de forma accidental en 1979, se lo enterró con nombre falso (Wolfang Gerdhard) en el cementerio de Embu, en Brasil y con la única presencia de su hijo Rolf.


lunes, 25 de febrero de 2013

Los malos de la Historia: Herman Webster Mudgett


Helman Webster Mudgett, fue un apuesto y elegante médico americano, graduado por la Universidad de Míchigan, que cambió el ejercicio de su profesión por un "empleo" al que sacó muchos más beneficios: el asesinato.


Herman nació en 1861 y fue acusado de veintisiete asesinatos y de siete intentos frustrados; se aprovechaban de su aspecto físico (alto, guapo y con aire distinguido), para embaucar a sus víctimas (mujeres adineradas), a las que seducía y después de conseguir su objetivo las hacía desaparecer.

A los 30 años fijó su residencia en un Chicago que se preparaba para la llegada de la Exposición Universal de 1893. Este acontecimiento mundial atraería a la ciudad miles de visitantes y sobre todo a mujeres ricas y faltas de cariño (sus potenciales víctimas).

Durante mucho tiempo se dedicó en cuerpo y alma a un curioso y escalofriante objetivo; construir un castillo con aspecto de fortaleza que utilizaría como hotel. En un principio nadie podía imaginar que allí ocurriera nada extraño aunque la sorpresa saltó tiempo después tras una investigación que llevó a cabo la compañía aseguradora del inmueble al intentar esclarecer las causas de un pequeño incendio que se había producido en sus instalaciones.


Los operarios de la aseguradora quedaron horrorizados al descubrir que Herman había construido una morada terrorífica preparada para todo tipo de crímenes. El Doctor Tortura, había manipulado todas las habitaciones del castillo plagándolas de trampas y de puertas correderas que daban acceso a un entramado de pasillos secretos por los que se trasladaban de una habitación a otra sin levantar sospechas y observando todo lo que ocurría en ellas a través de unas ventanillas disimuladas en las paredes. También, junto a la grifería normal, instaló una muy diferente que trasladaba gas a su antojo y que acababa en pocos minutos con la víctima elegida. Para deshacerse de los cadáveres sin levantar sospechas, construyó un montacargas y dos "toboganes" por lo que lanzaba los cuerpos hasta una habitación bautizada como el calabozo, donde los sumergía en una cubeta con ácido sulfúrico o en una de cal viva.

Los agentes del seguro que inspeccionaban la terrible vivienda quedaron espantados al descubrir algunas máquinas utilizadas para torturar a sus víctimas. La más curiosa era un autómata que permitía hacer cosquillas en la planta de los pies de los secuestrados y matarlos de risa.

A pesar de ser decubierta su mansión del horror, pudo escapar incomprensiblemente de las autoridades y refugiarse en Texas, donde la final fue detenido y acusado de intentar estafar a varias aseguradoras, en los interrogatorios no pudo aguantar más a su " carga " y termino confesando todos los crímenes. 

Aunque la policía sólo pudo incriminarlo en veintisiete asesinatos, los expertos calculan que podrían haber acabado con la vida de más de doscientas personas.

Herman Webster, fue condenado a  muerte por el tribunal de Filadelfia y ahorcado el 7 de mayo de 1896, cuando sólo tenía 35 años.

lunes, 18 de febrero de 2013

Los malos de la Historia: Ranavalona I "La calígula Femenina"


Seguimos con las damas, hoy hablaremos de Ranavalona I, denominada la Calígula Femenina.


Fue reina de Madagascar desde 1828 hasta 1861. Recordar su auténtico nombre es una tarea complicada porque realmente se llamaba Rabododoandrianampoinimerina y, aunque su fecha de nacimiento es aproximada, 1782, su muerte sí está documentada. Sucedió el 15 de agosto de 1861. Ya su apodo da idea del imperio de terror que instauró durante su reinado al suceder a su marido Radaza I, con el que se casó siendo una niña y a la que algunos han apuntado como la responsable de la muerte del monarca.

Nada más llegar al poder Ranavalona acabó con todos los tratados internacionales que existían y expulsó de la isla a todos los extranjeros. Una de sus mayores obsesiones era no dejar a un solo cristiano con vida en su reino. Persiguió a todos los que profesaran esa religión y los ejecutó sin piedad. El simple hecho de poseer una Biblia podía ser castigado con la muerte. Las crónicas señalan que fueron más de ciento cincuenta mil cristianos los que fueron ejecutados bajo su mandato.

Se la acusó de hacer terribles experimentos con sus víctimas. A algunos se les obligaba a beber diferentes venenos, ésos eran los que tenían más suerte, a otros en cambio les ordenaba nadar en aguas repletas de cocodrilos. Una de sus torturas favoritas era atar a un reo a una cuerda dentro de un pozo y llenarlo de agua hirviendo de modo que su víctima fuera escaldándose poco a poco. En otras ocasiones vestía a los prisioneros con pieles sangrientas de animales y les lanzaba perros de presa para que fueran despedazados o los ataba del cuello y los abandonaba en medio de la selva: los que no se arrancaban el cuello intentando huir, morían de hambre o eran comidos por los animales salvajes. Fue tal su maldad que hasta su propio hijo Radaza II, rogó al emperador Napoleón III que invadiera la isla y destituyera a su madre del poder.

Curiosamente es de los pocos malos de la historia que no murió de forma violenta, ya que falleció de forma plácida mientras dormía. Su muerte abrió un periodo de tranquilidad y descanso.

lunes, 11 de febrero de 2013

Los Malos de la Historia: Elizabeth Báthory


Buenos días hoy como cada lunes seguimos hablando de los angelitos que pasaron por la historia, y hoy estamos de enhorabuena porque le toca el turno a una dama; hoy hablaremos de Elizabeth Báthory, la Condesa Sangrienta (1560-1614).



Erzsébet Báthory, fue una aristócrata húngara que pasó a la posteridad por su crueldad y por su obsesión por la belleza, que la llevó a asesinar a centenares de jóvenes. No se conoce con exactitud cuánto hay de ficción  y cuánto de realidad en su historia y aún hoy en día hay historiadores empeñados en conoces más detalles de esta enigmática mujer. Lo cierto  es que recibió una buena educación, algo inusual en la época. Se casó muy joven con el conde Ferenc Nadasdy, un hombre que casi le doblaba la edad y que se pasaba la mayor parte del tiempo batallando contra los otomanos.



Ferenc también disfrutaba torturando a sus enemigos y empalándolos en los campos de batalla. De hecho, se ganó el sobrenombre de El Caballero Negro de Hungría.

Hemos conocido las primeras muestras de la crueldad de la condesa gracias a las cartas que enviaba a su marido cuando él se encontraba en el campo de batalla. En ellas se aconsejaban mutuamente sobre la mejor forma de castigar a los criados. A la condesa le agradaba pegar palizas a sus sirvientas, a las que pinchaba con agujas debajo de las uñas o golpeaba con un mazo. Disfrutaba viendo sangrar a las jóvenes que torturaba.



Como en otras ocasiones, un hecho en particular hace que la maldad se multiplique y que sea el detonante de las terribles acciones que se suelen suceder. En el caso de Elizabeth lo provocó la muerte de su esposo cuando ella tenía 44 años y tres hijos a los que educar. Esta muerte tan repentina llevó a la condesa a la desesperación, por lo que expulsó de su castillo a toda la familia de su difunto marido y se dedicó, a partir de ese momento a ejercer el mal.

Comenzaron a rumorearse historias sobre las prácticas oscuras que realizaba la condesa en su castillo. Se hablaba de brujería y de extraños rituales en los que se utilizaba la sangre de mujeres jóvenes.

En los sótanos albergaba una auténtica cámara de tortura en la que no faltaba una " dama de hierro" con terribles pinchos de metal que se clavaban en las víctimas. Ganchos, hierros para usarlos candentes, grilletes, etcétera. Un auténtico arsenal de materiales, dispuestos para hacer sufrir a las más doncellajóvenes s.

La condesa estaba obsesionada con su belleza y con mantener la juventud eternamente y de ahí que en su locura comenzara a beber sangre de jóvenes a su servicio. También se bañaba con su sangre caliente e incluso arrancaba mientras las jóvenes estaban en vida trozos de carne para frotárselos por el cuerpo.

Con el tiempo se detuvo, al parecer gracias a que una de sus jóvenes víctimas pudo escapar y denunciarla.
Una vez encerrada comenzaron a surgir multitud de testimonios, que le implicaban centenares de desapariciones.

Los juicios contra ella comenzaron y con ellos las investigaciones, al entrar a inspeccionar su castillo en busca de pruebas se llevaron la desagradable sorpresa de encontrar numerosos cadáveres de mujeres jóvenes. 

Todos los seguidores de la condesa fueron ejecutados, a excepción de las brujas, a las que se les arrancaron los dedos con tenazas incandescentes por haberlos ensuciado con sangre de cristianos. Como las leyes impedían ejecutar a una noble, se decidió encerrar de por vida a Elizabeth en una mazmorra en la que tan sólo se dejo un pequeño agujero donde se le pasaba la comida. A los cuatro años de su encierro la condesa murió y se la enterró en su pueblo. A partir de ese momento se prohibió hablar de ella en todo el país.

lunes, 4 de febrero de 2013

Los malos de la Historia: "Iván el Terrible"


Buenos días, hoy amanecemos con otro angelito de la historia. Iván el Terrible.


Este zar ruso ha sido considerado como uno de los creadores del Estado ruso, también conquistó Liberia y realizó reformas muy importantes para su nación.

Es posible que su apodo se fuera forjando desde su infancia, pues su padre murió cuando tenía 3 años, a su madre la envenenaron cinco años después los clanes boyardos que a partir de ese momento lo recluyeron, lo humillaron y le hicieron vivir casi como un mendigo. Todo esto unido a que sufría trastornos mentales y a que se convirtió en un joven fornido y musculoso desembocó en una gran agresividad, en primer lugar hacia los animales a los que torturaba y arrojaba desde la torre de su castillo. Más tarde comenzaría a hacerlo con humanos. 

Cometió su primer asesinato con 13 años cuando sus adeptos capturaron al príncipe  Andrey Shúisky y lo empujaron a una jauría de perros para que lo despedazaran. Este asesinato sería sólo el primero de una terrible lista. Sus brotes de ira únicamente  fueron calmados por un tiempo por la que sería su esposa., Anastasia Románovna, que le dio tres hijos y a la que terminarían asesinando de nuevo clanes boyardos.

A partir de la muerte de Anastasia, Iván se refugió en la religión  y se convirtió en un integrista que deseaba colmar sus ansias de venganza. Se volvió cruel y sanguinario y aniquiló a miles de boyardos y a miembros del clero, a los que culpaba de todos sus males. 

Su psicopatía fue en aumento y en sus últimos años parece ser que (aunque algunos historiadores creen que este dato es mas leyenda que realidad) que violó a más de 1000 vírgenes y que asesinó con posterioridad a los hijos nacidos de aquellos abusos.

El 16 de noviembre de 1580 y en un arrebato de ira golpeó repetidamente con su bastón a su hijo mayor hasta que acabó con su vida, un hecho que lo marcaría y le remordería el resto de sus días.

Su locura lo llevó a recluirse en una mansión mezcla de castillo y monasterio, rodeado de una numerosa guardia personal., los oprichniki, que lo ayudarían a cumplir sus peores perversiones.

Este ejercito del zar iba uniformado con siniestros trajes negros con casacas y portaban como curioso símbolo una escoba (para limpiar Rusia)  y una cabeza de perro que simbolizaba la vigilancia constante.

Aún se recuerda el castigo que impuso a la población de Novgorod tras una conspiración. Durante cinco semanas los oprichniki, con Iván al frente, se dedicaron a torturar a miles de personas a las que azotaban, empalaban, estrangulaban y llegaban a quemar a fuego lento. Llevado por su locura, el propio zar llegó a violar a la esposa del príncipe Viskavati mientras el hijo de Iván hacía lo mismo con la hija de su enemigo.

Los últimos días del zar fueron tormentosos. Al parecer fue la sífilis lo que le produjo insomnio, alucinaciones, ataques de terror...

Llevado por su locura e intentando alargar su vida mandó traer desde Laponia sesenta brujas alas que ordenaron realizar todos los conjuros conocidos para que le zar consiguiera mejorar de su enfermedad. Finalmente murió de un ataque de apoplejía cuando se disponía a jugar una partida de ajedrez.