lunes, 25 de febrero de 2013

Los malos de la Historia: Herman Webster Mudgett


Helman Webster Mudgett, fue un apuesto y elegante médico americano, graduado por la Universidad de Míchigan, que cambió el ejercicio de su profesión por un "empleo" al que sacó muchos más beneficios: el asesinato.


Herman nació en 1861 y fue acusado de veintisiete asesinatos y de siete intentos frustrados; se aprovechaban de su aspecto físico (alto, guapo y con aire distinguido), para embaucar a sus víctimas (mujeres adineradas), a las que seducía y después de conseguir su objetivo las hacía desaparecer.

A los 30 años fijó su residencia en un Chicago que se preparaba para la llegada de la Exposición Universal de 1893. Este acontecimiento mundial atraería a la ciudad miles de visitantes y sobre todo a mujeres ricas y faltas de cariño (sus potenciales víctimas).

Durante mucho tiempo se dedicó en cuerpo y alma a un curioso y escalofriante objetivo; construir un castillo con aspecto de fortaleza que utilizaría como hotel. En un principio nadie podía imaginar que allí ocurriera nada extraño aunque la sorpresa saltó tiempo después tras una investigación que llevó a cabo la compañía aseguradora del inmueble al intentar esclarecer las causas de un pequeño incendio que se había producido en sus instalaciones.


Los operarios de la aseguradora quedaron horrorizados al descubrir que Herman había construido una morada terrorífica preparada para todo tipo de crímenes. El Doctor Tortura, había manipulado todas las habitaciones del castillo plagándolas de trampas y de puertas correderas que daban acceso a un entramado de pasillos secretos por los que se trasladaban de una habitación a otra sin levantar sospechas y observando todo lo que ocurría en ellas a través de unas ventanillas disimuladas en las paredes. También, junto a la grifería normal, instaló una muy diferente que trasladaba gas a su antojo y que acababa en pocos minutos con la víctima elegida. Para deshacerse de los cadáveres sin levantar sospechas, construyó un montacargas y dos "toboganes" por lo que lanzaba los cuerpos hasta una habitación bautizada como el calabozo, donde los sumergía en una cubeta con ácido sulfúrico o en una de cal viva.

Los agentes del seguro que inspeccionaban la terrible vivienda quedaron espantados al descubrir algunas máquinas utilizadas para torturar a sus víctimas. La más curiosa era un autómata que permitía hacer cosquillas en la planta de los pies de los secuestrados y matarlos de risa.

A pesar de ser decubierta su mansión del horror, pudo escapar incomprensiblemente de las autoridades y refugiarse en Texas, donde la final fue detenido y acusado de intentar estafar a varias aseguradoras, en los interrogatorios no pudo aguantar más a su " carga " y termino confesando todos los crímenes. 

Aunque la policía sólo pudo incriminarlo en veintisiete asesinatos, los expertos calculan que podrían haber acabado con la vida de más de doscientas personas.

Herman Webster, fue condenado a  muerte por el tribunal de Filadelfia y ahorcado el 7 de mayo de 1896, cuando sólo tenía 35 años.

lunes, 18 de febrero de 2013

Los malos de la Historia: Ranavalona I "La calígula Femenina"


Seguimos con las damas, hoy hablaremos de Ranavalona I, denominada la Calígula Femenina.


Fue reina de Madagascar desde 1828 hasta 1861. Recordar su auténtico nombre es una tarea complicada porque realmente se llamaba Rabododoandrianampoinimerina y, aunque su fecha de nacimiento es aproximada, 1782, su muerte sí está documentada. Sucedió el 15 de agosto de 1861. Ya su apodo da idea del imperio de terror que instauró durante su reinado al suceder a su marido Radaza I, con el que se casó siendo una niña y a la que algunos han apuntado como la responsable de la muerte del monarca.

Nada más llegar al poder Ranavalona acabó con todos los tratados internacionales que existían y expulsó de la isla a todos los extranjeros. Una de sus mayores obsesiones era no dejar a un solo cristiano con vida en su reino. Persiguió a todos los que profesaran esa religión y los ejecutó sin piedad. El simple hecho de poseer una Biblia podía ser castigado con la muerte. Las crónicas señalan que fueron más de ciento cincuenta mil cristianos los que fueron ejecutados bajo su mandato.

Se la acusó de hacer terribles experimentos con sus víctimas. A algunos se les obligaba a beber diferentes venenos, ésos eran los que tenían más suerte, a otros en cambio les ordenaba nadar en aguas repletas de cocodrilos. Una de sus torturas favoritas era atar a un reo a una cuerda dentro de un pozo y llenarlo de agua hirviendo de modo que su víctima fuera escaldándose poco a poco. En otras ocasiones vestía a los prisioneros con pieles sangrientas de animales y les lanzaba perros de presa para que fueran despedazados o los ataba del cuello y los abandonaba en medio de la selva: los que no se arrancaban el cuello intentando huir, morían de hambre o eran comidos por los animales salvajes. Fue tal su maldad que hasta su propio hijo Radaza II, rogó al emperador Napoleón III que invadiera la isla y destituyera a su madre del poder.

Curiosamente es de los pocos malos de la historia que no murió de forma violenta, ya que falleció de forma plácida mientras dormía. Su muerte abrió un periodo de tranquilidad y descanso.

lunes, 11 de febrero de 2013

Los Malos de la Historia: Elizabeth Báthory


Buenos días hoy como cada lunes seguimos hablando de los angelitos que pasaron por la historia, y hoy estamos de enhorabuena porque le toca el turno a una dama; hoy hablaremos de Elizabeth Báthory, la Condesa Sangrienta (1560-1614).



Erzsébet Báthory, fue una aristócrata húngara que pasó a la posteridad por su crueldad y por su obsesión por la belleza, que la llevó a asesinar a centenares de jóvenes. No se conoce con exactitud cuánto hay de ficción  y cuánto de realidad en su historia y aún hoy en día hay historiadores empeñados en conoces más detalles de esta enigmática mujer. Lo cierto  es que recibió una buena educación, algo inusual en la época. Se casó muy joven con el conde Ferenc Nadasdy, un hombre que casi le doblaba la edad y que se pasaba la mayor parte del tiempo batallando contra los otomanos.



Ferenc también disfrutaba torturando a sus enemigos y empalándolos en los campos de batalla. De hecho, se ganó el sobrenombre de El Caballero Negro de Hungría.

Hemos conocido las primeras muestras de la crueldad de la condesa gracias a las cartas que enviaba a su marido cuando él se encontraba en el campo de batalla. En ellas se aconsejaban mutuamente sobre la mejor forma de castigar a los criados. A la condesa le agradaba pegar palizas a sus sirvientas, a las que pinchaba con agujas debajo de las uñas o golpeaba con un mazo. Disfrutaba viendo sangrar a las jóvenes que torturaba.



Como en otras ocasiones, un hecho en particular hace que la maldad se multiplique y que sea el detonante de las terribles acciones que se suelen suceder. En el caso de Elizabeth lo provocó la muerte de su esposo cuando ella tenía 44 años y tres hijos a los que educar. Esta muerte tan repentina llevó a la condesa a la desesperación, por lo que expulsó de su castillo a toda la familia de su difunto marido y se dedicó, a partir de ese momento a ejercer el mal.

Comenzaron a rumorearse historias sobre las prácticas oscuras que realizaba la condesa en su castillo. Se hablaba de brujería y de extraños rituales en los que se utilizaba la sangre de mujeres jóvenes.

En los sótanos albergaba una auténtica cámara de tortura en la que no faltaba una " dama de hierro" con terribles pinchos de metal que se clavaban en las víctimas. Ganchos, hierros para usarlos candentes, grilletes, etcétera. Un auténtico arsenal de materiales, dispuestos para hacer sufrir a las más doncellajóvenes s.

La condesa estaba obsesionada con su belleza y con mantener la juventud eternamente y de ahí que en su locura comenzara a beber sangre de jóvenes a su servicio. También se bañaba con su sangre caliente e incluso arrancaba mientras las jóvenes estaban en vida trozos de carne para frotárselos por el cuerpo.

Con el tiempo se detuvo, al parecer gracias a que una de sus jóvenes víctimas pudo escapar y denunciarla.
Una vez encerrada comenzaron a surgir multitud de testimonios, que le implicaban centenares de desapariciones.

Los juicios contra ella comenzaron y con ellos las investigaciones, al entrar a inspeccionar su castillo en busca de pruebas se llevaron la desagradable sorpresa de encontrar numerosos cadáveres de mujeres jóvenes. 

Todos los seguidores de la condesa fueron ejecutados, a excepción de las brujas, a las que se les arrancaron los dedos con tenazas incandescentes por haberlos ensuciado con sangre de cristianos. Como las leyes impedían ejecutar a una noble, se decidió encerrar de por vida a Elizabeth en una mazmorra en la que tan sólo se dejo un pequeño agujero donde se le pasaba la comida. A los cuatro años de su encierro la condesa murió y se la enterró en su pueblo. A partir de ese momento se prohibió hablar de ella en todo el país.

lunes, 4 de febrero de 2013

Los malos de la Historia: "Iván el Terrible"


Buenos días, hoy amanecemos con otro angelito de la historia. Iván el Terrible.


Este zar ruso ha sido considerado como uno de los creadores del Estado ruso, también conquistó Liberia y realizó reformas muy importantes para su nación.

Es posible que su apodo se fuera forjando desde su infancia, pues su padre murió cuando tenía 3 años, a su madre la envenenaron cinco años después los clanes boyardos que a partir de ese momento lo recluyeron, lo humillaron y le hicieron vivir casi como un mendigo. Todo esto unido a que sufría trastornos mentales y a que se convirtió en un joven fornido y musculoso desembocó en una gran agresividad, en primer lugar hacia los animales a los que torturaba y arrojaba desde la torre de su castillo. Más tarde comenzaría a hacerlo con humanos. 

Cometió su primer asesinato con 13 años cuando sus adeptos capturaron al príncipe  Andrey Shúisky y lo empujaron a una jauría de perros para que lo despedazaran. Este asesinato sería sólo el primero de una terrible lista. Sus brotes de ira únicamente  fueron calmados por un tiempo por la que sería su esposa., Anastasia Románovna, que le dio tres hijos y a la que terminarían asesinando de nuevo clanes boyardos.

A partir de la muerte de Anastasia, Iván se refugió en la religión  y se convirtió en un integrista que deseaba colmar sus ansias de venganza. Se volvió cruel y sanguinario y aniquiló a miles de boyardos y a miembros del clero, a los que culpaba de todos sus males. 

Su psicopatía fue en aumento y en sus últimos años parece ser que (aunque algunos historiadores creen que este dato es mas leyenda que realidad) que violó a más de 1000 vírgenes y que asesinó con posterioridad a los hijos nacidos de aquellos abusos.

El 16 de noviembre de 1580 y en un arrebato de ira golpeó repetidamente con su bastón a su hijo mayor hasta que acabó con su vida, un hecho que lo marcaría y le remordería el resto de sus días.

Su locura lo llevó a recluirse en una mansión mezcla de castillo y monasterio, rodeado de una numerosa guardia personal., los oprichniki, que lo ayudarían a cumplir sus peores perversiones.

Este ejercito del zar iba uniformado con siniestros trajes negros con casacas y portaban como curioso símbolo una escoba (para limpiar Rusia)  y una cabeza de perro que simbolizaba la vigilancia constante.

Aún se recuerda el castigo que impuso a la población de Novgorod tras una conspiración. Durante cinco semanas los oprichniki, con Iván al frente, se dedicaron a torturar a miles de personas a las que azotaban, empalaban, estrangulaban y llegaban a quemar a fuego lento. Llevado por su locura, el propio zar llegó a violar a la esposa del príncipe Viskavati mientras el hijo de Iván hacía lo mismo con la hija de su enemigo.

Los últimos días del zar fueron tormentosos. Al parecer fue la sífilis lo que le produjo insomnio, alucinaciones, ataques de terror...

Llevado por su locura e intentando alargar su vida mandó traer desde Laponia sesenta brujas alas que ordenaron realizar todos los conjuros conocidos para que le zar consiguiera mejorar de su enfermedad. Finalmente murió de un ataque de apoplejía cuando se disponía a jugar una partida de ajedrez.