lunes, 4 de febrero de 2013

Los malos de la Historia: "Iván el Terrible"


Buenos días, hoy amanecemos con otro angelito de la historia. Iván el Terrible.


Este zar ruso ha sido considerado como uno de los creadores del Estado ruso, también conquistó Liberia y realizó reformas muy importantes para su nación.

Es posible que su apodo se fuera forjando desde su infancia, pues su padre murió cuando tenía 3 años, a su madre la envenenaron cinco años después los clanes boyardos que a partir de ese momento lo recluyeron, lo humillaron y le hicieron vivir casi como un mendigo. Todo esto unido a que sufría trastornos mentales y a que se convirtió en un joven fornido y musculoso desembocó en una gran agresividad, en primer lugar hacia los animales a los que torturaba y arrojaba desde la torre de su castillo. Más tarde comenzaría a hacerlo con humanos. 

Cometió su primer asesinato con 13 años cuando sus adeptos capturaron al príncipe  Andrey Shúisky y lo empujaron a una jauría de perros para que lo despedazaran. Este asesinato sería sólo el primero de una terrible lista. Sus brotes de ira únicamente  fueron calmados por un tiempo por la que sería su esposa., Anastasia Románovna, que le dio tres hijos y a la que terminarían asesinando de nuevo clanes boyardos.

A partir de la muerte de Anastasia, Iván se refugió en la religión  y se convirtió en un integrista que deseaba colmar sus ansias de venganza. Se volvió cruel y sanguinario y aniquiló a miles de boyardos y a miembros del clero, a los que culpaba de todos sus males. 

Su psicopatía fue en aumento y en sus últimos años parece ser que (aunque algunos historiadores creen que este dato es mas leyenda que realidad) que violó a más de 1000 vírgenes y que asesinó con posterioridad a los hijos nacidos de aquellos abusos.

El 16 de noviembre de 1580 y en un arrebato de ira golpeó repetidamente con su bastón a su hijo mayor hasta que acabó con su vida, un hecho que lo marcaría y le remordería el resto de sus días.

Su locura lo llevó a recluirse en una mansión mezcla de castillo y monasterio, rodeado de una numerosa guardia personal., los oprichniki, que lo ayudarían a cumplir sus peores perversiones.

Este ejercito del zar iba uniformado con siniestros trajes negros con casacas y portaban como curioso símbolo una escoba (para limpiar Rusia)  y una cabeza de perro que simbolizaba la vigilancia constante.

Aún se recuerda el castigo que impuso a la población de Novgorod tras una conspiración. Durante cinco semanas los oprichniki, con Iván al frente, se dedicaron a torturar a miles de personas a las que azotaban, empalaban, estrangulaban y llegaban a quemar a fuego lento. Llevado por su locura, el propio zar llegó a violar a la esposa del príncipe Viskavati mientras el hijo de Iván hacía lo mismo con la hija de su enemigo.

Los últimos días del zar fueron tormentosos. Al parecer fue la sífilis lo que le produjo insomnio, alucinaciones, ataques de terror...

Llevado por su locura e intentando alargar su vida mandó traer desde Laponia sesenta brujas alas que ordenaron realizar todos los conjuros conocidos para que le zar consiguiera mejorar de su enfermedad. Finalmente murió de un ataque de apoplejía cuando se disponía a jugar una partida de ajedrez.