Buenos días, hoy amanecemos con otro angelito de la
historia. Iván el Terrible.
Este zar ruso ha sido considerado
como uno de los creadores del Estado ruso, también conquistó Liberia y realizó
reformas muy importantes para su nación.
Es posible que su apodo se fuera
forjando desde su infancia, pues su padre murió cuando tenía 3 años, a su madre
la envenenaron cinco años después los clanes boyardos que a partir de ese
momento lo recluyeron, lo humillaron y le hicieron vivir casi como un mendigo.
Todo esto unido a que sufría trastornos mentales y a que se convirtió en un
joven fornido y musculoso desembocó en una gran agresividad, en primer lugar
hacia los animales a los que torturaba y arrojaba desde la torre de su
castillo. Más tarde comenzaría a hacerlo con humanos.
Cometió su primer asesinato con 13
años cuando sus adeptos capturaron al príncipe Andrey Shúisky y lo
empujaron a una jauría de perros para que lo despedazaran. Este asesinato sería
sólo el primero de una terrible lista. Sus brotes de ira únicamente
fueron calmados por un tiempo por la que sería su esposa., Anastasia
Románovna, que le dio tres hijos y a la que terminarían asesinando de nuevo
clanes boyardos.
A partir de la muerte de Anastasia,
Iván se refugió en la religión y se convirtió en un integrista que
deseaba colmar sus ansias de venganza. Se volvió cruel y sanguinario y aniquiló
a miles de boyardos y a miembros del clero, a los que culpaba de todos sus
males.
Su psicopatía fue en aumento y en
sus últimos años parece ser que (aunque algunos historiadores creen que este
dato es mas leyenda que realidad) que violó a más de 1000 vírgenes y que
asesinó con posterioridad a los hijos nacidos de aquellos abusos.
El 16 de noviembre de 1580 y en un
arrebato de ira golpeó repetidamente con su bastón a su hijo mayor hasta que
acabó con su vida, un hecho que lo marcaría y le remordería el resto de sus
días.
Su locura lo llevó a recluirse en
una mansión mezcla de castillo y monasterio, rodeado de una numerosa guardia
personal., los oprichniki, que lo ayudarían a cumplir sus peores perversiones.
Este ejercito del zar iba
uniformado con siniestros trajes negros con casacas y portaban como curioso
símbolo una escoba (para limpiar Rusia) y una cabeza de perro que
simbolizaba la vigilancia constante.
Aún se recuerda el castigo que
impuso a la población de Novgorod tras una conspiración. Durante cinco semanas
los oprichniki, con Iván al frente, se dedicaron a torturar a miles de personas
a las que azotaban, empalaban, estrangulaban y llegaban a quemar a fuego lento.
Llevado por su locura, el propio zar llegó a violar a la esposa del príncipe
Viskavati mientras el hijo de Iván hacía lo mismo con la hija de su enemigo.
Los últimos días del zar fueron
tormentosos. Al parecer fue la sífilis lo que le produjo insomnio,
alucinaciones, ataques de terror...
Llevado por su locura e intentando
alargar su vida mandó traer desde Laponia sesenta brujas alas que ordenaron
realizar todos los conjuros conocidos para que le zar consiguiera mejorar de su
enfermedad. Finalmente murió de un ataque de apoplejía cuando se disponía a
jugar una partida de ajedrez.