En la edad media, las calzas eran utilizadas tanto por hombres como por mujeres, y consistían en una especie de calcetines o medias largas, hasta por encima de los muslos, y que se ataba con unos cordones o tiras de cuero. En el caso de las mujeres, las calzas llegaban hasta la rodilla. Se hacían en colores vistosos, y siempre de lino o algodón, o de lana en invierno.
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Ejemplo de calzas de hombre |
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Otra ilustración de unas calzas |
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En este dibujo, se puede apreciar como van colocadas por encima de los calzoncillos |
Respecto a la ropa interior propiamente dicha (bragas y calzoncillos), el uso del calzón está generalizado en hombres, y constraba de una pieza de lino o algodón, muy amplios, y se ajustaba a la cintura y a las piernas. Las calzas irian por encima de estos.
De las mujeres no se tiene constancia de que utilizaran bragas, y lo más probable es que fuesen sin nada por debajo de la túnica, tan solo las calzas hasta la rodilla.
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En este dibujo se aprecia claramente como se colocaban los calzoncillos en la edad media. |
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Otro detalle de unos calzoncillos medievales |
Otra prenda imprescindible en este apartado, sería la túnica interior, tanto en hombres como en mujeres, aunque las femeninas eran más ajustadas, tanto en talle como en manga, para que vistiera mejor la túnica exterior. De nuevo, la tela elegida es el lino o algodón, con predominancia del blanco.
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Detalle de las mangas de la túnica interior femenina. Se aprecia que es muy ajustada. |
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Detalle de la túnica interior masculina. Se aprecia, también, lo ajustado de las mangas, y el largo de la túnica, por encima de la rodilla. |