Buenos
días, hoy 4 de marzo publicamos el que será la última entrada de esta sección; hoy hablaremos de Josef Mengele "El Ángel de la Muerte".
Este médico pasará a la historia por ser uno de los más
crueles seres humanos, un asesino despiadado y enfermo. Un médico psicópata
obsesionado con la investigación hasta extremos deleznables.
Nació a orillas del Danubio en 1911, fue el primogénito de
una familia adinerada que vivía de la fabricación de máquinas agrícolas.
Estudió Medicina y Antropología en las Universidades de Múnich, Viena y Bonn, y
desde muy joven comenzó a obsesionarse en Antropología con una tesis doctoral
sobre " Las diferencias raciales en la estructura de la mandíbula
inferior".
Su paranoia iba en aumento, al igual que su odio hacia la
raza judía. Su creencia en la superioridad de los arios le hizo afiliarse a las
juventudes hitlerianas, más tarde al Partido Nazi y con posterioridad a
realizar el ingreso como voluntario en la
SS, que lo destinó al regimiento de infantería ligera de
tropas de montaña, donde a los pocos meses lo alcanzó una bala enemiga en el
frente.
Una herida en la pierna acabó apartando de la primera línea,
pero la suerte se alió con él y no con el resto de la humanidad; obtuvo su
ascenso a capitán y el destino que marcaría su vida y la de sus más de
cuatrocientas mil víctimas en Auschwitz.
En 1943 Mengele fue enviado al campo de concentración
de Auschwitz para sustituir a un médico de baja por enfermedad, y destinado al
llamado Campo Gitano, una división del terrible campo de concentración alemán;
fue en estas instalaciones donde se ganó su apodo de Ángel de la Muerte. Los testigos
aseguran que fueron cientos de vagones cargados de prisioneros los que llegaron
hasta ese campo de concentración.
Mengele en persona se encargaba, en numerosas ocasiones, de
acercarse hasta el andén y junto a otros médicos escogía y seleccionaba a
los que él consideraba más aptos para sus futuras investigaciones. También
tenía la potestad para apartar a los que directamente serían enviados a las
cámaras de gas.
Lo más terrible de toda esta operación, es que mientras
elegía a sus víctimas iba silbando algunos compases de música de Puccini, esto
da una idea de la catadura moral de este individuo.
Tenía obsesión especial por los gemelos, que utilizaba para
sus macabros experimentos (pensaba que si las mujeres arias eran capaces de
engendrar gemelos, la raza blanca se reproduciría a más velocidad que las otras
lo que era un plan perfecto para los propósitos nazis de dominación y ocupación
de toda Europa). Fueron más de doscientas parejas de gemelos a los que apartaba
y ubicaba en un recinto especial del campo y les concedía algún
"privilegio" especial más que al resto.
Intentar dar una explicación científica o médica a sus
experimentos es imposible, nada de lo que el Ángel de la Muerte investigó tuvo valor
científico, más bien sus "trabajos" eran el producto de una mente
enferma y retorcida. Por ejemplo, intentó cambiar el color de los ojos de
varios niños inyectando en sus retinas todo tipo de sustancias químicas o
pretendió crear siameses de manera artificial uniendo mediante operaciones las
venas de varios gemelos.
Sus atrocidades, llegaban a límites insospechados, inyectaba
en las venas de los prisioneros todo tipo de sustancias (venenos, insecticidas,
cloroformo...) para observar la capacidad de resistencia del cuerpo humano ante
los productos que invadían el organismo y que provocaba todo tipo de
infecciones y heridas.
Realizaba disecciones a las víctimas sin anestesia, para
analizar el sufrimiento y ver el grado de resistencia del ser humano.
Al recibir la orden directa de Adolf Hitler de cerrar los
campos de concentración, huyo con una identidad falsa, haciéndose pasar por un
soldado de la infantería regular alemana, pero fue apresado cerca de Núremberg,
pero los aliados lo dejaron marchar al desconocer su verdadera identidad.
Se convirtió en uno de los criminales de guerra más
buscados, aunque nunca pudo ser juzgado por sus asesinatos, escapo bajo una
identidad falsa a Sudamérica, donde fue protegido por simpatizantes de la causa
nazi y sobrevivió más de treinta y cinco años a sus captores. Falleció
"supuestamente" de muerte accidental.
Al parecer la familia que lo auspiciaba lo llevo una mañana
a la playa y allí murió ahogado de forma accidental en 1979, se lo enterró con
nombre falso (Wolfang Gerdhard) en el cementerio de Embu, en Brasil y con la
única presencia de su hijo Rolf.