jueves, 22 de noviembre de 2012

Los Emperadores Romanos más Crueles

Tiene el honor de empezar esta entrada el Emperador Tiberio.





Tiberio César Augusto ( 42a.C.-37 d.C.) fue el segundo mandatario romano que utilizó el título de emperador de Roma.

La Historia, lo recordará como uno de los más grandes generales romanos, aunque esa gloria bélica  no superaría a su fama de sanguinario y cruel gobernante.

Tiberio gozaba de una excelente forma física y era vegetariano aunque esa dieta sana, no consiguió apartarlo de sus peores vicios, bebía en exceso.

Toda su vida estuvo marcada por una serie de "muertes extrañas" de sus oponentes que hacía que no tuviera competidores.

Pero Tiberio, no era feliz y no deseaba gobernar Roma.

De hecho, en dos ocasiones se exilió voluntario, en primer lugar a Rodas, donde permaneció alejado durante siete años, más tarde a la isla de Capri, que fue su último destino.

Su gobierno, alcanzó una gran popularidad entre el pueblo, que veía con buenos ojos las medidas que adoptaba, como prohibir que se lo adorase en templos o se esculpieran esculturas con su rostro.

Durante sus mandatos se prohibieron las religiones, se persiguieron a los astrónomos y se ejecutó a Jesucristo. En los últimos tiempos comenzó a exteriorizar todas sus fantasías y sus perversiones sexuales al crear el cargo de intendente de los placeres, con el único objetivo de que le proporcionaran" mujeres jóvenes y dispuestas" a entregarse a sus vicios. Se le acusó de masoquismo y pedofilia.

Su crueldad comenzó a hacerse evidente incluso con su familia. Fue capaz de dejar morir a su propia madre y de prohibir cualquier muestra de afecto hacia la persona que lo llevó en sus entrañas, jurando asesinar a quien lo recordara con cariño.

Después la locura alcanzó a todos sus opositores políticos, a los que asesinaba y desposeía de todos sus bienes y sus riquezas, que pasaban directamente a su patrimonio. Su violencia no tuvo límites, pues llegó a asesinar a cientos de personas. Ordenó también acabar con uno de sus ministros y con toda su familia. 

Como las leyes prohibían condenar a muerte a las vírgenes mando violar a la hija del ministro de 11 años para que después la pudiera asesinar impunemente.